(borrador)
En torno al proyecto de constitución, se han racionalizado argumentos por el sí y por el no. La mayoría de esos argumentos son sostenidos (por personas, obviamente) a partir de interpretaciones jurídicas, que son vociferadas como si fueran verdades que se sostienen por sí mismas. Qué significa esto? Quiero compartir mi punto de vista aquí.
La toma de posición de las personas en torno al Sí o al No, tiene estrecha relación con esta pregunta: ¿confía en que Evo Morales y su gobierno buscan el bien común?
Poco o nada aparece visible en las conversaciones públicas, sobre el buscar placer personal al concretar acciones basadas en el desear el bien común, sin embargo este es el quid (el asunto central) de los Sí y de los No, no sólo de referendums, sino de la toma de decisiones en cualquier área de la vida humana.
Yo quiero argumentar a favor de la construcción de confianza entre las
personas. Este debería ser un punto crucial de cualquier institución, sea una Constitución, una familia, o una empresa. Esto desde una visión práctica del mundo, como una opción personal para que nuestras intenciones e
intereses, socializados pública y visiblemente, faciliten que después del Referendum, encontremos en nosotros algo integre y direccione nuestra búsqueda de placer personal con la concreción del bien común.
Búsqueda de placer al recibir lo que deseo recibir, porque sé que eso es lo que me daría placer y no otra cosa; otra cosa no me daría placer, por tanto la evito. Punto. Este es el sostén -ahora obvio para mí- de cualquier posición (mm, no sólo pensando en el referendum del 25 de Enero de 2009). Los ropajes jurídicos, políticos, o ideológicos son consecuencias, y no causas, de nuestras formas de desear. Y las formas de desear están clavadas en una visión unilateral, unidireccional, fragmentadora, y desconectada de nuestra propia capacidad de desear.
En torno al proyecto de constitución, se han racionalizado argumentos por el sí y por el no. La mayoría de esos argumentos son sostenidos (por personas, obviamente) a partir de interpretaciones jurídicas, que son vociferadas como si fueran verdades que se sostienen por sí mismas. Qué significa esto? Quiero compartir mi punto de vista aquí.
La toma de posición de las personas en torno al Sí o al No, tiene estrecha relación con esta pregunta: ¿confía en que Evo Morales y su gobierno buscan el bien común?
Poco o nada aparece visible en las conversaciones públicas, sobre el buscar placer personal al concretar acciones basadas en el desear el bien común, sin embargo este es el quid (el asunto central) de los Sí y de los No, no sólo de referendums, sino de la toma de decisiones en cualquier área de la vida humana.
Yo quiero argumentar a favor de la construcción de confianza entre las
personas. Este debería ser un punto crucial de cualquier institución, sea una Constitución, una familia, o una empresa. Esto desde una visión práctica del mundo, como una opción personal para que nuestras intenciones e
intereses, socializados pública y visiblemente, faciliten que después del Referendum, encontremos en nosotros algo integre y direccione nuestra búsqueda de placer personal con la concreción del bien común.
Búsqueda de placer al recibir lo que deseo recibir, porque sé que eso es lo que me daría placer y no otra cosa; otra cosa no me daría placer, por tanto la evito. Punto. Este es el sostén -ahora obvio para mí- de cualquier posición (mm, no sólo pensando en el referendum del 25 de Enero de 2009). Los ropajes jurídicos, políticos, o ideológicos son consecuencias, y no causas, de nuestras formas de desear. Y las formas de desear están clavadas en una visión unilateral, unidireccional, fragmentadora, y desconectada de nuestra propia capacidad de desear.
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