No me preguntes qué será.
Sólo respondo cuando no distingo
lo que soy y lo que me ata a la tierra.
Sólo respondo cuando ella me besa.
Ella no tiene labios como los míos.
Los suyos tienen sabor a fruta de monte.
Son suaves como la piel de las piedras enmohecidas.
Su color vaía del día a la noche,
y su femeneidad la delatan los frutos rajados
de maduros.
Sólo respondo cuando no distingo
lo que soy y lo que me ata a la tierra.
Sólo respondo cuando ella me besa.
Ella no tiene labios como los míos.
Los suyos tienen sabor a fruta de monte.
Son suaves como la piel de las piedras enmohecidas.
Su color vaía del día a la noche,
y su femeneidad la delatan los frutos rajados
de maduros.
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