Gente reuniéndose para el Cabildo del 13.Nov.2022 Fuente: Unitel |
Aún descontando las reacciones siempre violentas de los grupos extremistas, el contenido de la consulta en el Cabildo dejó sabor a poco, a que faltaba algo. La pregunta es entonces ¿Qué faltó? ¿Qué falta?
Santa Cruz no ha construido un proyecto que pueda ofrecer a sus ciudadanos ni al país. Santa Cruz está sin rumbo. Enclaustrada en el limbo de definirse a partir de la agenda de un ajeno - lo que el partido dominante y sus líderes dicen y hacen. Pititas de Evo, la pregunta de identidad étnica y no mestiza del INE, la fecha del censo de Arce, los cuetes de las "hordas masistas", los bloqueos de la izquierda, y así. En esto de pensar y envisionar qué queremos, copiamos e importamos; no producimos ni exportamos nuestra propia cosecha.
El resultado de este vacío, obviamente, es necesitar a ese otro para afirmar "yo no soy como ellos" aunque cada vez hay más personas que se comportan sospechosamente igual a su némesis. Estamos permitiendo y propiciando que en la práctica se estén convirtiendo miles de personas en todo lo que aborrecemos y caricaturizamos del MAS. Bloqueando, tirando cuetes, atacando y sin vergüenza alguna mostrarnos como las víctimas, recurrir al cinismo y mentiras para conseguir adeptos fieles, promover la confrontación, idolatrar a los líderes, y otras pobrezas -fuentes de orgullo y poder para sindicalistas y otros caudillos. Entrenar a los jóvenes a calumniar y satanizar al otro, a festejar la propia brutalidad y embustes, no es motivo de festejo ni declaraciones de victoria. Hemos normalizado el loteo de las calles, llamar héroes a los destructores de la paz social, justificar y permitir la impunidad a los violentos, y un largo etc.
Los cruceños andamos sin proyecto propio, como departamento, como sociedad civil, como votantes en una región con gran potencial productivo. Nuestra cultura fraterna, promotora de alianzas potentes y abierta a más comensales, permanece invisible. Parecería que no tenemos nada propio constructivo para ofrecerle al país, en términos de proyecto de vida y de proyecto de país, salvo canalizar todo a través del embudo del conflicto.
Los organizadores del Cabildo son "los propios". Solícitos para la cuota y camarilleros para el buri. Al mismo tiempo que el Cabildo pide a los asistentes estar de acuerdo con "reclamar y exigir" al resto de Bolivia unirse a Santa Cruz en "la lucha" liderada por Santa Cruz, con puros eufemismos cierra los portones a los recién invitados, para que "asumamos por nuestra propia cuenta y responsabilidad nuestras propias reivindicaciones" y se "revise la futura relación política de Santa Cruz con el Estado boliviano". Esta esmerada redacción, si bien difusa y poco feliz, emergió en torno al Comité y ofrece poco o nada a los ciudadanos de Santa Cruz y al resto de Bolivia. Usa un lenguaje que nos tienta a escuchar ahí las órdenes de un patrón terrateniente (como el tío Papacho).
Poco a poco estamos transformando a Santa Cruz, en plaza de los principales de los conflictos, en una La Paz plana y desprolija. Hemos logrado generar un pequeño ejército de extremistas presos de su lectura superficial y marxista de la realidad. ¿Te diste cuenta que hemos agotado y debilitado el tejido social? Ya nadie espera aparezcan soluciones ni siquiera mejor puntería para señalar cuales son nuestros problemas reales. La convivencia pacífica -vital para desarrollar la región- fue reemplazada por una cuarentena en plena epidemia de dictadores de puntos de bloqueo que mutaron el paro pacífico propagando e incrementando los exabruptos violentos - no sólo hacia marchas masistas. Logramos normalizar niveles cada vez más violentos de ataque al prójimo. ¿Sabés lo que me parece trágico? Vi cómo los canales de televisión y los generadores de contenido utilizan a la población, la hipnotizan. Ví con qué habilidad la gente se une para el odio. Los comportamientos de Pánfilos violentos (contagio de la violencia en masa y pensamiento mágico para explicar qué sucede) ya llegó a una escala que es contraproducente y puede desbordarse en contra de Santa Cruz.
Adoración y Cabildeo. Fuente: Unitel |
¿Cómo salimos de este chaleco de fuerzas? Necesitamos organizarnos para construir y no para destruir.
Estos días de paro, constaté la pobreza de herramientas colectivas para la convivencia que dispone la población. La acumulación de frustraciones y tensiones, genera una paranoia tribal contagiosa. Si no me apoyás, sos un traidor. Si no justificás la violencia, sos un tibio. Cualquier divergencia es fuente de enojo evasivo. La escasez de buenos ejemplos de cómo identificar y resolver problemas puntuales y observables, ejemplos de personas con carácter conciliador sano manejando coyunturas de crisis, el uso argumentos estructurados con voz calma sin menospreciar a personas y levantar la voz, el encarar tareas sin enojo ni represalia ni abusos, el trabajar cooperando en enfocándose en procesos y conceptos y no en prejuicios tribales hacia personas. Todo esto es nadar contra la corriente en momentos donde lo que justamente necesitamos, es pensar para hacer y decirnos mejor las cosas. Enfrentar desencuentros a cuetazos, lapos y palos, no es sostenible. Sólo posterga el estudio de cerca de los problemas de nuestra región y sus potenciales vías de solución.
Para mí, el desafío principal de los próximos 50 años, no es económico ni político ni ecológico per se. El principal desafío para construir Santa Cruz, es educativo. Sin habilidades y visiones de futuro para la convivencia y la producción, nunca podremos crecer realmente. El desafío educativo compuesto por capas de analfabetismos acumulados que ponen un límite muy básico a cualquier proyecto de desarrollo regional. La falta de pensamiento crítico para leer los medios de comunicación e internet, la credulidad excesiva con la que adultos y jóvenes caen en explicaciones simplistas y fantasiosas, el desconocimiento de cómo el Estado funciona, el prácticamente nulo acceso a prácticas de formación para el trabajo desde la secundaria, las adicciones a las tecnologías y la sobre-exposición al internet y sus efectos de hipersegmentación que radicalizan a los usuarios, las pocas oportunidades de acceso personas-guía y materiales para la acción por vías no violentas, la falta de formación técnica e informática a nivel bachillerato de colegio, la larga postergacón de las universidades que siguen desarticuladas del sector empresarial y su mercado laboral, y un largo etc.
Que pronto encontremos desde SCZ, buenos ejemplos de convivencia para la paz y prosperidad duraderas. Podríamos comenzar por preguntar y reflexionar sobre ¿cuál es el futuro que queremos construir en Santa Cruz? ¿Cuál es el proyecto cruceño desde donde invitaremos a Bolivia a crecer?
Daroel 14.Nov.2022
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