Friday, September 4, 2009

Cuál es tu Zona Sur?

Nunca antes una escena feliz me hizo llorar de tristeza. La penúltima escena en la película, donde está toda la familia y los empleados, charlando hermoso y comiendo en el jardín, juntos, todos sentados en la mesa, y el Wilson hablando también con fluidez contándole una historia, colocando su propio plato en la mesa.
No pude evitarlo, lloraron mis ojos. Tristeza muda, al ver una escena imposible en la familia boliviana. Patrones y peones igualados por alguna mágica maniobra del script. ¿Almorzaste en la misma mesa con quien te prepara tus alimentos y te los sirve? Esta pregunta simple es, como dice JCV, "una entrada inesperada a ver el país desde ese lado, y no sé por qué se me ocurrió". ¿Por qué a nadie se le ocurre -a nadie con "empleados" viviendo en casa- compartir cotidianamente una mesa con "los otros" que viven en casa?
Lo obsceno (=fuera de escena, que no se ve) de la realidad boliviana (no sólo boliviana), lo vi en un almuerzo.
Desde la primera escena, comencé a decirme en voz baja y por dentro "qué buena película". A medida que veía las escenas siguientes, aumentaba en mí el volumen del "qué buena película". Al final de la película no me aguanté, y aplaudí. Aplaudimos. Subió el volumen del aplauzo y cayó súbitamente, como quien se reconoce en lo que vio y siente algo de vergüencita.

Site de la peli: http://www.zonasurfilm.com/

Trailer de la Peli.


Entrevista a JCV.




Los que no han visto todavía la película, no lean lo que viene por favor! Esto es sólo para los que ya la vieron!
Antes que me olvide, quiero poner aquí por escrito las imágenes que me fascinaron:
  • Aymaras hablando en Aymara, sin poner subtítulos. La violencia silenciosa, ahora en nosotros y no en ellos. Esto del que no ve los hilos con los que se teje la realidad cercana.
  • La circularidad de la filmación, como la concepción aymara del tiempo. Todo vuelve, todo te vuelve. Le escuché a alguien decir, "la historia no se repite, pero usualmente rima".
  • La comida boliviana, el "hacela bien picante para que no nos digan K'aras", "comida de cholos". Cómo la comida hace de interruptor, que con intermitencias permite conectar o desconectar con "los otros".
  • La primera escena "de sexo" (se ven buenos cuerpos, sí), que desnuda el matrimonio y la sexualidad entre los que podemos ("afford it"). Qué desnuda más a los cuerpos? Su desnudez o sus acciones dentro del discurso práctico sobre las relaciones de pareja?
  • El rol de las madres como protectoras y reproductoras. Y cuando digo reproductoras no me refiero a hacer hijos, sino que reproducen el orden social y las relaciones de poder. Enseñan a sus hijos a ser como somos.
  • Lo blanco y la voz, todo blanco y muy hablado para mostrar la zona Sur. Todo oscuro y silencio, para mostrar lo aymara.
  • Los espacios cerrados, el sentimiento de estar encerrado, atrapado en una caja de cristal (la burbuja jailona), y no poder salir de ella. Los espacios abiertos e inmensos, del aymara comiendo pan blanco.
  • La muerte del hijo de Wilson (Wilson es el principio del orden en la casa, vestido de aymara esclavo).
  • El grado de intimidad entre Wilson y la patrona. Orinar prácticamente delante de él, mostrar su torso desnudo y él le sube el cierre, las manos juntas para hablar de irse juntos a vivir al campo. Torcida intimidad que nos hace sentido.
  • El dinero, mantener el bienestar y estilo de vida aún en su ausencia. El poder de la "servidumbre" para lograr sostener la realidad de los patrones.
  • Una hoja de la planta Costilla de Adán, símbolo de la mujer, verdad? La forma en que está colocada sobre los muslos de las mujeres desnudas.
  • La sensación de sentir en el cine en Santa Cruz, que para muchas personas estaban descubriendo ese mundo de abundancia de la clase alta paceña. Queda chica y burda la abundancia cruceña.
  • El niño y la pregunta de qué quieren ser las personas aymaras cuando sean grande. Las respuestas, tan hermosas como el niño.
  • El niño, generador de posibilidades. No está encerrado en la prisión de cristal, vive afuera. Cuando está adentro, aprende. Afuera, es donde puede re-conectarse con su mamá, con los recuerdos de cuando ellos juntos se amaban.
  • La saturación de objetos, la riqueza material en la clase alta de La Paz. La conjunción de objetos antiguos y objetos nuevos. Y el orden de los objetos, en el que sinquererqueriendo se delata lo aymara. Como en los cuadros o tallados de las iglesias se ven rostros indígenas, aquí se ve el recargado, el anaquel de kiosco paceño, inmerso en la vida jailona.
  • etc.


3 comments:

Daniela said...

El guion de la pelicula resulta ser un aporte interesante en esta mirada que trata de traducir nuestra realidad en el camino vivo de la interculturalidad y de la diversidad, latentes a flor a de piel.
En este baile de encuentros y desencuentros, observamos que hay cosas que no han cambiado, nuestro aji de fideo tan querido por káras y no k´aras...nuestro afecto y nuestras "pseudo verdades" ...eres lesbiana....eres indio o eres qanqa....la cholita empleada, la virlocha de vestido y la "señora chola" el espejismo de una clase sin recursos , endeudada, la eterna y verdadera elite que vive en edificios con fachada de azulejo, dolares en balija, fiesta de gran poder .
Me impactó la idea del esclavo eterno ( Wilson y Señora ) , la "delicadeza en las maneras" , la pregunta curiosa del níño sobre lo que querian ser ( es que acaso lo olvidamos? ...en eso...el sueño de ser soldadito ...el sueño de vestir de blanco y ser panadero...el sueño que debes soñar : como pues chofer de avion , tu mamá quiere que seas artista...con la carga social y glamorosa que eso implica...
aqui lo fuerte tal vez sea eso de :vestir de blanco...pertenecer a otra clase social?
Interesante despùes de todo, caer en cuenta que Wilson se queda con la casa o por lo menos con buena plata en sus negocios con la "señora chola", la rubia se dispone a hacer cajas, y todos al final sonrien y cuentan las recetas del aji de fideo.
Al final, te enamoras de alguien que no vive en la zona sur si no en miraflores, vas a boliches gay como la costilla de adán o malegria igualito que bailas en Traffic o charlas en La Gitana.....la distancia? ...30 mins a 45 máximo..., una palabra, unos amigos ....solo lo suficiente y nescesario para escuchar al otro, a esa distancia estamos en la ensalada y pseudo clases sociales en este simpatico y amado pais.

Daniela said...

Gracias por abrir el tema David :)

David Rojas Elbirt said...

Sentarse en la misma mesa, con alguien que te crió desde bebé, es un imposibilidad mental, produce chiripiorca.
Estuve charlando ayer con una amiga, que me decía que le agradece a Dios que María (su Wilson) no se siente en la mesa con sus padres, porque si lo haría sería una cómplice de sus padrs, y ¿a quién acudiría para pedir consejos después? ¿a quién le contaría cosas que no quiere que su madre se entere? ¿quién sería su cómplice para salir?
Me pareció genial escuchar esto.
El mundo de las ideologías distorciona la interpretación del mundo de las relacioes humanas.