Camino a Cuevas, Samaipata, me encontré con panorama que parece pintura de acuarelas. Me gustó la belleza de los tonos. Y mientras me veía a mí mismo encontrandole el lado bello a semejante horror doméstico, hecho en casa, me surgieron algunas preguntas que quiero dejar por escrito.
Las preguntaitas: ¿para qué está el humo? ¿será que las plantas se comunican a través del aire se alertan rápidamente que están siendo atacadas? ¿y si deciden un día contra-atacar, como vi en alguna película? Esto me huele a suicidio, a jarakiri. ¿Todavía es posible sostener que nosotros, humanos aún, estamos por encima de la naturaleza? aún respirándola, aún sintiéndola en nuestras narices y ojos...
Respiro ondo, miro afuera por la ventana, y me consuelo a mí mismo diciéndome que yo, de alguna forma, voy a hacer algo al respecto. Y luego me olvido. Espero que la Naturaleza que hay en mí, me conecte de alguna forma, hoy, ahora, a este planeta que sinquererqueriendo, tiene en su superficie a unos seres que como yo, aún pudiendo hacer algo para enriquecer la vida del planeta, elijen atacarla o mirar de palco los ataques.