Que alguien pase 50 años en el Senado, no sé si es realmente un mérito para una democracia, sí en todo caso para un sistema de organización del cual nuestro querido senador formaba parte.
Frente a los 6000 “lobistas” registrados, y los poco más de 70mil que se estiman no registrados en Washington y otras capitales de Estado en USA, el senador Murtha fue uno de los más exitosos. Bueno, no él, su “equipo”. Con Murtha a la cabeza, se especializaron en captar fondos federales y canalizarlos sólo hacia su estado (pork-barrel politics le llaman en USA). Dejó un rastro de “coimas” (entre paréntesis porque aparecieron disfrazadas de otras cosas) a diestra y siniestra. Se murió antes de que lo metan preso, por sus vínculos con la firma de lobo-lobistas “PMA” (http://bit.ly/dfuSt0), especializada en conseguir contratos en defensa militar. Nada raro entonces que entre los mayores contribuyentes a los fondos de campaña del Senador requetereelegido, estén las empresas que fabrican armamento y tecnología militar con base en Pennsylvania.
Más que una situación ejemplar para la democracia robusta, lo del Senador Murtha es un paradigma de lo que pasa cuando alguien adquiere demasiado poder y lo concentra, y opera impunemente durante 19 períodos ininterrumpidos como legislador y hombre-lobby desde adentro. Miren y lean: http://bit.ly/cpkbMj
Cabe señalar, que fue Murtha el hombre-lobby de la industria minera del carbón, y fue quien los sacó a flote cuando ya no era más negocio el carbón. Rentable pasarse de la minería a la fabricación de armas -parece.
Para comprender lo que significa tantas décadas de impunidad (que sólo pararon cuando murió), pongan en google estas dos palabras juntas y verán: “Murtha kickbacks” (kickback es una de las formas de expresar coima, en el sentido de “coimisión”, en inglés).
El caso Murtha, mal ejemplo. Es conocido como uno de los “top 20 más coimeros” del Congreso de USA.http://bit.ly/cS8jLH
Veo una idealización del sistema norteamericano de división de poderes. Es cierto que son una democracia más madura en muchos sentidos, pero igual están jodidos en cuanto a limitar el poder de grupos puntuales. Por qué limitar el poder? Porque es más difícil respirar cuando sólo unos pocos tienen todo el buen aire disponible.
Frente a los 6000 “lobistas” registrados, y los poco más de 70mil que se estiman no registrados en Washington y otras capitales de Estado en USA, el senador Murtha fue uno de los más exitosos. Bueno, no él, su “equipo”. Con Murtha a la cabeza, se especializaron en captar fondos federales y canalizarlos sólo hacia su estado (pork-barrel politics le llaman en USA). Dejó un rastro de “coimas” (entre paréntesis porque aparecieron disfrazadas de otras cosas) a diestra y siniestra. Se murió antes de que lo metan preso, por sus vínculos con la firma de lobo-lobistas “PMA” (http://bit.ly/dfuSt0), especializada en conseguir contratos en defensa militar. Nada raro entonces que entre los mayores contribuyentes a los fondos de campaña del Senador requetereelegido, estén las empresas que fabrican armamento y tecnología militar con base en Pennsylvania.
Más que una situación ejemplar para la democracia robusta, lo del Senador Murtha es un paradigma de lo que pasa cuando alguien adquiere demasiado poder y lo concentra, y opera impunemente durante 19 períodos ininterrumpidos como legislador y hombre-lobby desde adentro. Miren y lean: http://bit.ly/cpkbMj