Saturday, February 16, 2008

Para qué está la Televisión

Alguna vez se preguntaron para qué existe la televisón? Muchos reflexionan o hablan o hacen como si la tele fuera un medio de distribución de información, de entretenimiento, de educación o adoctrinamiento, o una forma para conseguir que la gente haga cosas como comprar, vestirse, besar y tener sexo, morir, etc. Homo videns, leí por ahí. Nietszche decía que el siglo XIX era el siglo de la vista, porque a los humanos nos basta ver para creer. Muy cierto, somos lo que vemos, seguimos siendo -y diría hoy aún a maneras impensables- lo que percibimos de lo que está "allá afuera" de nuestros ojos y tacto.

Lo que les voy a contar, escapa a esta lógica de definir la televisión a partir de lo que vemos, y se sostiene más en lo que Nietszche en realidad quería decir. El mundo es un gran truco de magia, porque mientras uno pone la atención en la pantalla, otras cosas suceden. Revelaré la fuente primigenia del por qué de la televisión. Obviamente, como no presentaré pruebas visuales, o por lo menos no visibles sin imaginación, lo que escribo es inservible. Igual así prefiero decir lo que tengo que decir.

La televisión existe para evitar que las personas vean otras dimensiones visibles de la realidad. Y con esto no me refiero a dimensiones sociológicas o psicológicas. Tengo que interrumpir mi impulsividad de escribir y ofrecerles pruebas simples de lo que quiero argumentar. Por favor cierren los ojos y miren lo que ven. Si prestan atención verán una pantalla, generalmente tendrá la forma de la última pantalla de televisión o monitor de computadora que hayan visto. Lo que hacen las pantallas del televisor o del computador, es concentrar la energía estática que nos rodea, y evitar que veamos lo que es visible a simple vista cuando la retina deja de perder sensibilidad a las luces sutiles. La persona que deje de ver pantallas que expongan la retina a más electrones disparados de un vidrio, verá lo "invisible".

Pero todavía no he dicho para qué está la televisión. Si alguno de Uds. pudiera ver el comportamiento de la energía estática que nos rodea, comprendería sin necesidad de mucha teoría o autoridad académica o poder político, que la estática sí registra nuestras intenciones y estados de ánimo, sí tiene un flujo que puede ser orientado por nuestras acciones e intenciones, y sí ocurre que nuestro comportamiento y el de los demás tiene una correspondencia visible en el campo magnético-estático que nos rodea. Qué veríamos en la estática? Fácil. Veríamos que todo está interconectado, y que hay ramitas más gruesas que otras, y que constantemente estamos dando y recibiendo del planeta, y de todo lo que está contenido en él.

Esto parece ser un hecho sin importancia, es decir, sin utilidad para el mundo real. Sin embargo, aquellos que han explorado un poco más de cerca a la estática que nos rodea (físicos de laboratorio, neurocientíficos, electrónicos...) saben que ésta además de rodearnos nos mueve, nos interconecta, y nos refleja. Si estás enfermo o vas a estarlo o estuviste, se puede decir a partir de cómo fluye la energía electromagnética. Y lo más sorprendente, es que esta energía refleja intenciones a través de breves variaciones de colores -a mí no me consta esto.
El uso más difundido de la estática planetaria en Occidente, es el que hacen los cristianos, que canalizan estática y la usan para curar personas momentáneamente o desmayar personas, o invadir con una sobrecogedora alegría súbita. Y le llaman el espíritu santo. Y en cierta forma tienen razón, aunque usan unas gafas conceptuales rudimentarias. Centenares de culturas también usan la energía electromagnética sutil que nos rodea, y la incorporan a sus rituales de curación. Ki, Ying yang, prana, mana, espíritu santo, inti, etc.
Lo que pocos saben es que esta energía concentrada y reproducida, es lo que llamamos electricidad. La electricidad no es más que energía electromagnética ya existente, que es concentrada utilizando imanes y cobre.


Se dieron cuenta que otra vez evado hablar de la televisión? Bueno, para resumirlo lo diré así. La exposición breve al bombardeo de partículas, sea mirar pantallas, al sol, a superficies refractivas, si es por unos tiempos realmente cortos (segundos) resetea nuestra retina y permite ver campos estáticos a nuestro alrededor. La exposición prolongada, por otro lado, y sobre todo si es sólo a un campo de la retina, anula la visión frontal de los campos de estática y genera una forma de adicción a determinado patrón de ondas magnéticas (miren aquí para profundizar). Esto parece no tener importancia, salvo por un leve asunto...
Aquellos que sí pueden ver los campos electrostáticos, pueden conocer más de nosotros sin entablar conversaciones ni indagar mucho sobre nosotros, e incluso pueden provocarnos estados de ánimo (miedo, alegría, preocupación, tristeza, euforia, etc.). Las versiónes tecnológicas de esto lo pueden ver aquí, y aquí.

Como esto que escribo es sólo una ficción, invito a los que no crean lo que digo o a los que quisieran creer en lo que digo, a hacer lo siguiente. Miren su mano, la derecha si son diestros, la izquierda si son zurdos. Mírenla unos 5 segundos. Ahora cierren sus ojos. Verán posiblemente un leve contorno de sus manos. Ahora veamos el campo electromagnético que tenemos en nosotros y nuestro alrededor. Miren su mano nuevamente, pero ahora ábranla y ciérrenla, como haciendo un puño y luego mostrando la palma. Háganlo varias veces durante unos 10 segundos, pero esta vez abran y cierren los ojos cada dos o tres puños. Finalmente cierren los ojos y miren ese leve contorno. Verán algo que no verían si no se los digo: verán una luminosidad alrededor del breve contorno de su mano. Prueben con la mano de otra persona, y no verán lo mismo. Prueben si quieren, manteniendo fija la posición de la mano y de su cuello-cabeza-ojos. Pero ¿quién se tomaría este trabajo en verdad?